Había una vez un hombre tan flaco, pero tan flaco, que limpiaba mangueras por dentro
Había una vez un niño que estaba escribiendo una carta de amor que decía así:
María, en el desayuno no como, porque pienso en ti.
María, al almuerzo no como, porque pienso en ti.
María, en la cena no meriendo, porque pienso en ti.
María, en la noche no duermo, porque estoy muerto de hambre
Había una vez una pareja bailando en una fiesta, cuando de repente a la
mujer se le escapa un peito. Muerta de vergüenza le dice al caballero:
¡Perdóneme gentil hombre, pero que esto quede entre nosotros!
Pero el hombre agitando las manos dijo:
¡NO, QUE CIRCULE, QUE CIRCULE!
Había una vez un perro tan inteligente, tan inteligente, que cuando le gritaban:
!Ataque!, el perro se tiraba al piso y le daban convulsiones.
Tres hijos dejaron su hogar, se independizaron y prosperaron. Cuando se
juntaron nuevamente, hablaron de los regalos que habían podido hacerle
a su madre.
El primero dijo:
-Yo construí una casa enorme para nuestra madre.
El segundo dijo:
-Yo le mandé un Mercedes con un chofer.
El tercero dijo:
Les gané a los dos: ustedes saben cuánto disfruta mama de leer la
Biblia, y saben que no puede ver muy bien. Le mandé un gran loro que
puede recitar la Biblia en su totalidad. Les llevó 20 años a 12
Franciscanos enseñársela. Contribuí con $1.000.000 por año durante 20
años, pero valió la pena. Mamá sólo tiene que nombrar el capítulo y el
loro lo recita.
Pronto, la Mamá envió sus cartas de agradecimiento.
Escribió a su primer hijo:
- Andrés, la casa que construiste es tan grande. Yo vivo en un solo cuarto pero tengo que limpiar toda la casa.
Escribió a su segundo hijo:
- Miguel, estoy demasiado vieja como para viajar. Me quedo en casa todo el tiempo, así es que nunca uso el Mercedes.
Escribió a su tercer hijo:
Mi queridísimo Luis, fuiste el único hijo que tuvo el sentido común de saber lo que le gusta a tu madre....
...el pollo estaba delicioso...